LA PODEROSA PALABRA DE DIOS

LA PODEROSA PALABRA DE DIOS
UNA LUZ DE ESPERANZA

jueves, 20 de mayo de 2010

Viviendo en un mundo de apariencias

Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido.
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 1 de Samuel 16.6 -7. (VRV-60)

(Septuaginta) Y dijo el Señor a Samuel: «No mires a su figura ni al porte de su magnitud; pues desechado le tengo; porque, no como contemplará el hombre, mirará Dios; porque el hombre mirará el rostro, pero Dios mirará el corazón.»

(PDT) Pero el Señor le dijo a Samuel: —Eliab es alto y apuesto, pero no te fijes en eso. Dios no se fija en las cualidades que la gente ve. La gente sólo presta atención al aspecto de las personas, pero el Señor ve su corazón. Eliab no es el hombre que he elegido.

Verdad en acción: Conoce que Dios mira al corazón, no a la apariencia exterior. No juzgues basándote exclusivamente en lo que ves.

Eliab, el mayor, fue presentado el primero a Samuel en privado; estaba presente, probablemente, solo Isaí. Samuel pensó que esté era el designado: de cierto delante de Jehová está su ungido. Cuando Dios resolvió complacer al pueblo concediéndoles rey, hizo que saliera elegido un mozo alto y gallardo; pero cuando decidió elegirlo Él mismo, no quiso que fuese escogido por las apariencias exteriores. Jehová mira el corazón; es decir. Conoce el corazón de cada uno. Nosotros podemos decir cómo parecen los hombres, pero Dios puede decir cómo son en realidad. Dios mira el corazón, y ve allí los pensamientos y las intenciones. Juzga a los hombres por el corazón. Reconozcamos que la verdadera belleza es la interior (Proverbios 31-30, 1 de Pedro 3:3-4) y juzguemos a las personas, en cuanto seamos capaces, por su mente (su corazón), no por su porte.

APARENTAR: Según el diccionario RAE.

Manifestar o dar a entender lo que no es o no hay.

APARIENCIA: Aspecto o parecer exterior de alguien o algo.
- Verosimilitud, probabilidad.
- Cosa que parece y no es.
- En el teatro, escena pintada sobre lienzo o reprensada con actores y muñecos, oculta por una cortina que se descorre en cierto momento de la representación.
A- Disimular la realidad para evitar habladurías o críticas.
B- Idear la explicación de un hecho observable sin certidumbre de la verdad.

La apariencia, es lo que queremos mostrar, es lo que queremos que los demás vean. Intentamos mostrarnos de una manera o estado que no existe en la realidad.

Samuel: pedido de Dios; oído por Dios. Profeta enviado por Dios para ungir a David como el sucesor del rey Saúl.
Isaí: Jehová existe; rico. Padre de David
Eliab: Dios es padre. Hermano mayor de David. Menospreció a David cuando éste llegó a la batalla contra los filisteos.
David: Amado. Gran estadista, general y rey de Israel.

“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” Juan 7-24

Exterior. Que está por la parte de fuera. Superficie externa de los cuerpos. Aspecto o parte de una persona.

Apariencia: apariencia, aparente, superficial, engaño, mentira, cinismo, carne, aspecto, faz, rostro.
Cáscara. Corteza o cubierta exterior de los huevos, de varias frutas y de otras cosas.
-“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. Proverbios 4-23.

Citas Bíblicas: JOEL 2. 12-13, MATEO 22-16, MARCOS 12-14, LUCAS 9-29, MATEO 23:1 -36, MATEO 25-28, JUAN 7-24, 1 DE CORINTIOS 7-31, 2 DE CORINTIOS 5-12, 2 DE CORINTIOS 10-7, 2 DE TIMOTEO 3-5.

Mateo, capítulo 23.
Jesús acusa a los fariseos: Los escribas aparentaban ser santos, pero en realidad no vivían una vida en santidad, no eran en verdad hombres íntegros. La verdad que su exterior no era fiel reflejo de su ser interior.

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas¡ porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego¡ Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas¡ porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.”
Mateo 23:25-28. RV 1960

>> ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
Mateo 23:27-28. NVI 1999
También leamos todo el capítulo 23 de Mateo en nuestros hogares para entender con mayor claridad y así poder profundizar en lo que Palabra de Dios no dice.

¿Cuál es el significado de la palabra hipócrita?

Leamos a continuación lo que nos dice el comentario bíblico de la Biblia de estudio pentecostal “Vida Plena” en la página 1324: Jesús continúa su discurso sobre los dirigentes religiosos y los ministros de su época cuya conducta pública parecía recta, pero su corazón estaba lleno de hipocresía, orgullo, lascivia y maldad. Eran como sepulcros pintados, hermosos y atractivos por fuera, pero con fetidez y corrupción escondida en su interior.

Exterior. Que está por la parte de fuera. Superficie externa de los cuerpos. Aspecto o parte de una persona.

Estamos inmersos en mundo que busca lo externo, el envoltorio sin importar la verdad de la consistencia o de saber cuál es lo realmente importante del ser. Hoy aparentamos muchas cosas. Pero principalmente en el sector financiero o material, hacemos referencia a la condición social. El cinismo y la hipocresía se han apoderado de los hombres.

Hoy estamos inmersos en un mundo o sistema mundial superficial, lamentablemente nosotros los cristianos, llamados hijos de Dios, hemos caídos en el mismo juego de ser personas sin sustancia, sin contenido vacíos por dentro. Superficiales; aparentes, sin solidez, sin sustancia. Frívolos y sin fundamentos.

Es muy importante entender en la actualidad como son los parques de “reposo” o mejor dicho los cementerios.

En su apariencia externa, son hermosos parques, con una cantidad impresionantes de arboles, arbustos y de muchísimas flores de los más variados colores. Quien va a pensar que debajo de este hermoso paraje se encuentra un lugar lleno de gusanos y una de las escenas más horrendas a las cuales el hombre puede ser expuesto.
Los cadáveres en descomposición que horrendo cuadro, que olor más desagradable. El parque exterior es solo una apariencia para esconder la fea y cruel realidad que hay bajo de ese bello pasto.
Esos sepulcros tan bien trabajados y tan costosos no son más que una apariencia que trata de dar vida y colores a ese lugar lleno de muerte y de descomposición.

Eso es lo que Nuestro Señor Jesucristo les dijo a los tan religiosos escribas y fariseos. Que solo eran un grupo que aparentaba la verdad, una burda copia de piedad. Que ellos no eran genuinos creyentes y practicantes de la verdad de Dios. Lo que se veía en ellos era solo un disfraz, una triste apariencia, una pobre careta de piedad. Pero que en realidad sus corazones no eran nada más que un triste cementerio lleno muerte y de pudrición.

Se mostraban perfectos (santos, rectos, íntegros, intachables...) a los ojos de los demás, se daban a conocer, denotaban algún grado de santidad, pero su corazón y su relación con Dios era una verdadera inmundicia, llenos de avaricia, codicia y todo tipo de pecado (recordemos lo que nos dice la Palabra del Señor, que la paga del pecado es muerte, más la dadiva de Dios es la vida eterna. Uno de los diez mandamientos dice; no mentiras, también el Nuevo Testamento nos dice que los mentirosos no entraran al reino de los cielos. Sin olvidar lo que nos dice la hermosa Palabra de Dios que es tan poderosa y tan vivificante, que labios mentirosos son abominación a Jehová y la mentira proviene de un corazón mentiroso y lleno de maldad). Por eso Jesús les llamo sepulcros blanqueados.

Los “ay” cinco y seis (25, 26, 27,28) en forma similar tratan con la prioridad de la pureza interior en contraste con la limpieza exterior. Este es el tema que Jesús ya había tratado en Mateo 15-11, 17-20 en relación con el ritual del lavado de las manos. La referencia en el v.27 puede aludir a osarios, pequeños cofres donde se coleccionaban los huesos humanos, y que con frecuencia recibían una mano de cal para cubrirlos para que se vieran hermosos.
(Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno)

“Como los fariseos, a los cuales Jesús se dirigió con esas palabras; la gran mayoría de los falsos maestros son expertos en la piedad fingida. Su máscara puede ser bastante convincente. Ellos mantienen una apariencia cuidadosa y pulida de encanto e inocencia, y por lo menos la apariencia de algún tipo de <>. Usualmente, ellos están con sonrisas permanentes, palabras amables, personalidades amigables y vocabularios llenos de palabras bíblicas y espirituales”.
“John MacArthur, Verdad en Guerra, pág. 78-79”

Los escribas y los fariseos eran los principales artífices del judaísmo popular en esa generación. Ejercían su influencia principalmente en las sinagogas, donde los sábados de todas las semanas enseñaban en asambleas locales de judíos. Los escribas eran copiadores, redactores e intérpretes profesionales de la ley. Eran también los principales custodios de las varias tradiciones que determinaban cómo se aplicaba la ley. La mayoría de escribas eran fariseos por convicción (aunque algunos de ellos pertenecían a una secta antagonista conocida como los saduceos).
Los fariseos eran legalistas, creían que de la manera de obtener el favor de Dios era obteniendo méritos, y pensaban que la mejor manera de obtenerlos a los ojos del Señor era por medio de la fastidiosa observación de la Ley. El enfoque de los fariseos hacia la religión fomentaba de modo natural la justicia propia (Romanos 10:3-4), mezclada con declarado desprecio hacia todo aquel que a su parecer no estaba a la altura (Lucas 18-9).

Pero los fariseos también eran hipócritas. Ponían sus esperanzas principalmente en apariencias externas de la Ley, que en realidad no tenían importancia, creyendo según parece que mientras más resaltaban los puntos selectos de la ley, más espirituales se veían ante el pueblo. Por eso estaban obsesionados con las exigencias ceremoniales de la ley.

Los fariseos apreciaban más la demostración religiosa pública que la devoción privada y la verdadera justicia. Hacían un gran espectáculo, por ejemplo, al contar minúsculas semillas para sacar un diezmo (Mateo 23-23). Sin embargo, rechazaban los asuntos más importantes de la Ley, mostrando poco interés en los requerimientos y valores morales como justicia, misericordia y fe (Mateo 23-23). Jesús afirmó que por dentro eran corruptos: <> (Mateo 23: 27-28).

Pero no crea que el resentimiento de los escribas y los fariseos lo motivaba solamente las preocupaciones pragmáticas por las consecuencias políticas de la enseñanza de Jesús. Su odio también tenía profundas raíces personales, debido principalmente al modo continuo y embarazoso en que les desenmascaraba el público su hipocresía. Jesús no quiso mostrar respeto artificial por la justicia artificial de ellos; al contrario, la condenó como injusticia (Mateo 23-25). Jesús recalcó en toda oportunidad que el fraude de religión que habían creado los fariseos en realidad no era nada más que una malvada expresión de incredulidad, y advirtió estrictamente al pueblo a no seguir el ejemplo de ellos (Mateo 23-3).

Los escribas y fariseos se creían grandes estudiosos, pero Jesús les castigó una y otra vez por su ignorancia y mala interpretación de las Escrituras, preguntándoles con clara indirecta: << ¿No habéis leído…?>> (Mateo 12: 2, 5; 19:4; 22:31; Marcos 12:10). Toda la identidad de ellos estaba encerrada en su religión, pero Jesús les dijo francamente que ni siquiera conocían a Dios (Juan 8-47). Es más, los llamo hijos del diablo (Juan 8-44). Les declaró que no conocían el verdadero camino de salvación (Juan 10:26-27), comparándolos con serpientes y advirtiéndoles que estaban en el camino del infierno (Mateo 23-33).

Sólo se preocupaban por lo exterior, y descuidaban lo interior, de la piedad. Esto lo ilustra Cristo por medio de dos semejanzas.

1. Los compara a una vasija, bien lavada y limpia por fuera, pero sucia completamente por dentro (vv. 25-26). Ahora bien, ¡qué necedad tan grande sería la de una persona que limpiase bien el exterior de un vaso o de una copa, que es lo que se ve desde fuera, y dejase sucio el interior, que es lo que se usa¡ Así obran quienes procuran evitar únicamente los pecados que pueden ofender a otros y causar desprestigio a sí mismo, pero tienen el corazón lleno de toda clase de suciedad, lo cual les hace odiosos a los ojos purísimos del Dios tres veces santo. Con respecto a esto, obsérvese:

(A) La práctica de los fariseos, que limpiaban el exterior. En todo lo que podía ser observado por sus prójimos, eran muy exactos; la gente los tenía generalmente por muy buenas personas pero Por dentro estaban llenos de rapiña y de intemperancia. Esto significa, con la mayor probabilidad que el contenido del vaso y del plato (bebida y comida) eran frutos de la extorsión; y el estar llenos el vaso y el plato era señal de intemperancia (gr. Akrasía lo opuesto a Enkráteia = dominio propio; Gálatas 5-23; 2 Pedro 1-6). Aparecían como piadosos en extremo, pero no eran justos ni sobrios. Lo que somos en nuestro interior, eso es lo que de vera somos.

(B) La norma que Cristo da, en contraposición a la conducta de los fariseos (v. 26). Con forme al juicio infalible de Cristo, son ciegos los que no perciben la suciedad del corazón; que no ven ni aborrecen los pecados que están alojados allí. Ignorar lo que hay dentro de nuestro corazón es la peor y más nociva clase de ignorancia. La norma que Cristo da es: Limpia primero lo de dentro; ésta es la tarea principal del hombre; ésta, la ocupación más importante del creyente. Dios escudriña el interior y es testigo permanente de nuestros pensamientos y afectos; hemos de poner, pues, especial cuidado en evitar esos pecados que no escapan a la mirada de Dios, aunque escapen a la observación más atenta de los hombres. ¡Ah, si tuviésemos siempre presente esta gran verdad: Dios me ve y observa y juzga lo más profundo de mi ser! Limpia primero lo de dentro; no sólo lo de dentro, pero sí lo primero, porque si extremamos el cuidado en mantener limpio lo interior, también procuraremos que el exterior esté limpio. Si la gracia santificante de Dios limpia y purifica el corazón, también influirá en la pureza del exterior, porque de dentro fluye el agua viva que lo limpia todo. Del corazón sale todo (15-19); por eso: Por encima de todo, guarda tu corazón; porque de él mana la vida (Proverbios 4-23).

2. Los compara a sepulcros blanqueados (vv.27-28).
(A) De la misma manera que los sepulcros, bien blanqueados por fuera, para hacerlos más visibles y advertir al viandante que no se acerque para no contaminarse, aparecen hermosos (y no sólo por la blancura, sino por los adornos arquitectónicos de los sepulcros de personas eminentes), así también los fariseos se enmascaraban hipócritamente bajo las apariencias de una moralidad estricta, sólo por ostentación como los adornos y monumentos de los sepulcros (v.29). Eso era lo único que ambicionaban; prestigio y saludos reverentes de parte del pueblo sencillo.

(B) Pero, igual que los sepulcros estaban llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia, también los fariseos estaban por dentro llenos de hipocresía e iniquidad (gr. Anomía = violación de la ley). Puede haber personas con el corazón lleno de pecados, que al exterior aparecen irreprochables; pero, ¿de qué nos servirá la buena consideración de nuestros semejantes, si nuestro Señor no puede decirnos: ¡Bien hecho, siervo bueno y fiel! (25:21,23)?

23.27 Los sepulcros se pintaban de blanco para evitar que alguien los tocara accidentalmente y quedara ritualmente impuro (Números 19.16).

2 de Timoteo 3-5.
(RV60) que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.


(Septuaginta) teniendo apariencias de piedad, pero la virtud de ella negando; también de éstos apártate.

(SSE) teniendo apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella; y a éstos evita.

(PDT) Parecerán ser muy religiosos, pero con su manera de vivir demostrarán que en realidad rechazan servir a Dios. Timoteo, no te metas con esa gente.

(BJ) que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia. Guárdate también de ellos.

(N-C) que con una apariencia de piedad están en realidad lejos de ella” Guárdate de ésos,

APARIENCIA
Eidos (ei]do", 1491), propiamente aquello que se muestra al ojo, aquello que está a la vista. Significa la apariencia, forma, o contorno exterior. En este sentido se usa del Espíritu Santo al asumir forma corpórea, como paloma (Lucas 3.22); de Cristo (9.29: «la apariencia de su rostro»). Cristo usó esta palabra, en forma negativa, de Dios el Padre, al decir, «Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto» (Juan 5.37). Así, se usa con referencia a cada una de las personas de la Trinidad. Es probable que tenga el mismo significado en la afirmación del apóstol, «por fe andamos, no por vista (eidos)» (2 Co 5.7), donde difícilmente puede eidos significar el acto de contemplar, sino la apariencia visible de las cosas que se ponen en contraste con aquello que la fe dirige. Así, el creyente es conducido, no solo por lo que puede ver, sino por aquello que sabe cierto, aun cuando sea invisible.
Tiene un significado algo diferente en 1 Tesalonicenses 5.22, en la exhortación «absteneos de toda especie de mal»; esto es, de todo tipo o clase de mal (no «apariencia», como las versiones bnc, Herder, y, en inglés, la Versión Autorizada King James). Este significado era bien común en los papiros, los escritos griegos de los últimos siglos a.C., y de la era del NT. Véanse ASPECTO, ESPECIE, FORMA, VISTA.¶

3. opsis (o[yi", 3799), de ops, ojo, unido con orao, ver (cf. Nº 4). Denota principalmente ver, la vista; y, de ahí, el rostro, la apariencia (Juan 11.44; Apocalipsis 1.16: «el rostro»); la apariencia externa (Juan 7.24), solo aquí de la apariencia externa de una persona.


«Apariencia». Véanse ASPECTO, FAZ, PERSONA, PRESENCIA, ROSTRO, VISTA.

Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.

Están los hipócritas, que tienen (presente continuativo) apariencia (gr.mórphosin- no mórphén, en forma) -, sino como una caricatura de forma) de piedad religiosa (gr. Eusebías), pero han negado el poder de ella (lit). La verdadera piedad contiene un dinamismo sobrenatural que se proyecta en manifestaciones genuinas de amor de Dios, de respeto y lealtad al prójimo, y de dominio propio. Todo esto les falta a estos malvados: lo han negado y lo siguen negando (de ahí, el participio de pretérito perfecto), es decir, rechazan el poder efectivo de la piedad genuina y, con su conducta no piadosa, están diciendo tácitamente que la piedad que alardean no es genuina, sino solamente un pretexto, una capa con la que se pretenden cubrirse para que los demás los acepten por buenas personas y hasta fieles cumplidores de sus deberes religiosos.

Que tales personas pueden llegar a ser admitidas (y de hecho lo son en muchas ocasiones) en nuestras congregaciones, lo muestra el apóstol Pablo en la frase que dirige a Timoteo al final del versículo 5:” también de éstos apártate” (lit. vuélveles la espalda, NVI). Dice Collantes, autor y estudioso de la Biblia: <<>>.

“y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo, Maestro sabemos que eres amante de la verdad y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres”. (Mateo 22-16)

La vida no nace en la apariencia o en el ser externo. La vida tiene su origen o nace en el ser interno. La Biblia dice que del corazón emana la vida. Es el trasfondo lo que importa no la cascara. Es el contenido del ser. Eso lo dice Proverbios 4-23.

Para ser reflejos de Cristo e imitadores de Él todo debe de partir de una vida genuina, entregada a la voluntad de Dios y de Su santa y eterna Palabra. El fruto no se sabe si es bueno, si solamente lo miramos, es necesario probarlo y saber cual es su sabor. Entonces veremos si es tan bueno como aparéntenme se ve.

Dios nos dice en el libro del profeta JOEL “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios” (Joel 2:12-13)

DIOS ES AMOR- MUCHÍSIMAS BENDICIONES - CRISTO VIENE - MARANATA - SHALOM

1 comentario:

  1. Me Gusto la forma que empleaste para que se lograra ententer lo expuesto. En el mundo que vivimos ahora y que nosotros mismos creamos, la apariencia es parte de cada ser humano, vestirnos de forma especial, hablar y hasta la forma en la que nos movemos tiene un dejo de esconder algo o aparentar algo que no se es. Quizas todos tengamos algo de fariseo, personas sin sustancia, casi sin espiritu, y por lo general tratando siempre de tener mas que el otro sin mirar a cuantos pasamos a llevar en el camino. En estos tiempos ninguno es tan cristiano como dice serlo ( o aparentarlo), No somos ni siquiera capaces como seres humanos pensantes en respetar normas tan básicas como son los mandamientos, que a mi forma de pensar son normas de vida...Nunca pensamos en el prójimo sin querer ser mas que él. En forma personal prefiero todavia conocer a las personas antes de juzgarlas por su apariencia externa, y aunque suena chistoso, me encanta buscarle conversacion a cualquier persona que tenga serca sin conocerla y que me cuente su experiencia de vida y poder decir al final del día que tube la suerte de encontrame con alguien que me hizo ver la vida de otra forma. disfruto de cosas mas simples que de apariencias, y doy gracias a Mi Dios por cada cosa que tengo y que no tengo tambien, por que haci aprendo a valorar casa persona y cosa que tengo a mi alrededor. y para terminar daré mi tan tan con un broche de oro aajajajajajaaaa...como siempre digo... al final a todos nos van a comer los gusanos y no va haber tarjeta de credito, ni visa que pueda hacer lo contrario jajajajaa.... Cuidate y Espero poder seguir leyendote...
    Alexia.

    PD: Soy la hermana de tu alumna, Arantxa.

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